Asistencia al viajero y Seguro de viajes son productos diferentes, a pesar de parecer que se trata de lo mismo.
Cuando se posee un seguro de viaje, es el pasajero quien debe buscar por cuenta propia la atención médica que necesite. Y esto puede suceder no dominando el idioma del país donde se encuentre y estando obligado a decidir dónde recurrir o qué especialistas consultar de acuerdo a la lista otorgada por el seguro.
Peor aún, deberá asumir los gastos provocados por el imprevisto y eventualmente recuperarlos mediante un reintegro al volver a su país.
Una asistencia al viajero brinda atención 24 horas , todo el año, en el mismo idioma del pasajero. Una cobertura total, tanto médica en caso de enfermedad o accidente, como legal.
El prestador de asistencia asume las decisiones y los gastos, dándole tranquilidad al pasajero ante una situación inesperada durante el viaje.
Aún cuando el seguro ayude al pasajero a recuperar los gastos del imprevisto que ha sufrido de acuerdo a la póliza, un producto de asistencia al viajero le ofrece el soporte necesario al ocurrir el imprevisto.
Por ejemplo: si tu seguro contempla una póliza por gastos médicos ante un accidente, el seguro de viaje contratado te hará el reintegro de lo que has pagado hasta el tope establecido. Sin embargo, si te encuentras solo en una ciudad lejana, tendrás que asumir la comunicación con los médicos y con tu familia.
Ya una empresa de asistencia al viajero es el primer contacto ante un imprevisto. Atención en el idioma del pasajero, comunicaciones con médicos y familiares y, en casos extremos siendo contemplados por el plan contratado, traslados de un familiar o traslado sanitario.
Por lo tanto, mientras que un seguro de viaje cuenta con una red de aseguradoras, una asistencia al viajero cuenta con una red de hospitales y médicos, centros de atención 24 horas, siempre a disposición del pasajero.
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